Los «coronabulos» más dañinos
Uso este término desde hace días; creí que esta palabra tan
ingeniosa de «coronabulos» me la había inventado yo, pero descubro con total objetividad
que otros se me han adelantado y ya corre por las redes sociales como la pólvora.
Sea como sea, es un buen término para recoger todos los bulos que se están generando
acerca de la infección por el COVID-19. Vamos a actualizar un poco lo que se
está contando hasta ahora para evitar alarmismo y saber actuar con
tranquilidad.
En los medios de comunicación, estos días, es complicado no
encontrarse con noticias del coronavirus COVID-19. Vemos en la tele o en
internet a personas por la calle —no solo en los países con más casos, sino en
España—, con mascarillas como si fuera lo más normal, vemos a personas
angustiadas en aeropuertos repletos, vemos ciudades vacías, vemos colas
kilométricas para comprar en supermercados que poco a poco se van quedando desabastecidos
en ciudades que se han visto, de repente, aisladas por la infección, vemos a
personas que no tienen ni idea dando datos no contrastados… todo esto puede
generar cierta inquietud, cierto.
Se generan muchos bulos con respecto al COVID-19 que, más
que proporcionar información, generan miedo y alarmismo más allá de la auténtica
realidad de esta infección. Como dice Lorenzo Milá en el vídeo de TVE que recomiendo
que se visualice por su magnífica explicación de la situación real de esta
infección —una muestra (que abunda poco, la verdad) de coherencia informativa y de la enorme responsabilidad
que tienen los medios en todo este asunto—: «Se extiende más el alarmismo que
los datos» y ese alarmismo lo generan también los medios de comunicación, con
su sobredosis de datos que vierten a todas horas en sus programas, programas
que no hablan de otra cosa:
®
Se ven personas con mascarilla por doquier,
mascarillas que no todos deben usar… porque no es necesario; se agotan en las
farmacias de tal forma que ahora conseguir una para los que sí la precisan es complicadísimo.
® Lo realmente lamentable, es que profesionales sanitarios se lleven de forma descontrolada -eufemismo de «robar»- mascarillas de los centros sanitarios y que se hayan dado órdenes en servicios y unidades tanto Hospitalarias como de Primaria para que pongan estos productos bajo llave y con estricto control de uso. Lamentable porque debemos dar ejemplo y aplicar de forma profesional la cautela que tanto estamos divulgando para la población en general.
®
Se ven mascarillas de papel y gomilla que no
sirve para casi nada, personas no sanitarias con mascarilla mal puesta o con
trajes de supuesto aislamiento que no son necesarios.
®
Se genera desconfianza hacia varios grupos de personas
considerando que deben de estar infectados por ser oriundos de países
orientales.
®
Se habla de contagio por productos adquiridos en
portales de internet internacionales, lo que hasta ahora no está demostrado.
®
Se habla de terapias falsas para prevenir o
curar esta infección
Debemos ceñirnos a lo que sí está demostrado sobradamente, a
las recomendaciones proporcionadas por los expertos sanitarios y científicos;
en la foto que se adjunta en este artículo están bien resumidas, pero las más
importantes son:
ü
Lavarse
las manos de forma adecuada: sobre todo después de ir al baño o tocar
objetos no muy limpios, después de estornudar o toser sobre ellas; se deben
lavar con agua y jabón, insistiendo en pliegues, uñas y espacios entre los
dedos, un mínimo de 20 segundos. Se aconseja llevar uñas cortas dado que debajo
de las uñas la higiene es más errática. Usar geles antisépticos puede ser una
opción cuando no es factible lavarse manos con agua y jabón.
ü
Estornudar
y toser sobre un pañuelo desechable o sobre el hueco del codo. Evitar
hacerlo sobre las manos. Tirar los pañuelos desechables nada más usarlos y
lavarse las manos adecuadamente.Los pañuelos de un solo uso, ¡son de un solo uso!
ü
Los expertos que están investigando y tratando
las enfermedades derivadas del COVID-19 aseguran que es una infección muy
similar a la gripe (no es una gripe), con casi los mismos síntomas y evolución.
Y se cura igual.
ü
La mayor parte de las personas que sufren esta
infección curan sin necesidad de ingreso, el 80% de las personas se curan como
se curarían de una gripe, tratando lo síntomas y en casa.
ü
Los antibióticos no tienen ninguna utilidad con
esta infección dado que es un virus y los antibióticos no hacen nada frente a
los virus.
ü
No hay que hacer nada especial con los alimentos,
ninguna medida de hervir o escaldar frutas o similar, más allá de las medidas
habituales de higiene en la preparación de productos de consumo alimentarios.
ü
No es necesario llevar mascarilla si no se está
en contacto con una persona que presenta la infección; solo las precisan de
forma habitual personas con problemas en su inmunidad (pero no por el COVID-19
exclusivamente) y personal sanitario. Las
mascarillas de papel, de telita y gomilla, las no homologadas no sirven para
casi nada, salvo para un único uso puntual. Y cuando se usa la mascarilla
adecuada, ésta debe cubrir nariz y boca; la presencia de barba reduce mucho su
efectividad.
ü
Evitar visitar a personas que sabemos están
enfermas es otra medida que se recomienda, así como evitar visitar nosotros si
nos sabemos enfermos. Ante cualquier duda a este respecto consultar con el
servicio de salud o al 112 o al 061, que atiende, como bien se sabe, las 24
horas del día (Redacción Médica 25 febrero 2020, enlace:
La mejor forma de evitar el alarmismo y el miedo es acceder
a información fiable y contrastada, por eso adjunto dos portales que ayudarán,
sobre todo el primero. También pueden consultar a su médico y su enfermera:
Para saber más:
v
Ministerio de Sanidad, que proporciona datos del COVID-19 actualizados
constantemente: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/home.htm
v
Maldita.es/Maldito Bulo (25 febrero 2020): «El
coronavirus y su pandemia de bulos: 50 mentiras, mitos y desinformaciones sobre
el virus que te están intentando colar»
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